viernes, 8 de abril de 2011

De los partidos mayoritarios de este País.

A lo largo de todo el día estamos invadidos por las palabras que dicen los políticos de este país. No me importa el partido, cada vez más SIENTO VERGÜENZA.

El Partido Popular se afana en buscar y señalar la culpabilidad de los desmanes que comete el Partido Socialista, pero se niega a recordar, que a todo el País se nos cae la cara de vergüenza cuando vemos casos como el de Fabra o el de Camps, por indicar los más recientes. Es vomitivo escuchar a los dirigentes del partido y a estos "personajillos" capaces de criticar a otros partidos. Me encantaría que cada vez que Camps abriera la boca en una rueda de prensa, o en cualquier acto, le respondieran con preguntas introducidas por: amiguito del alma.

El Partido Socialista Obrero Español grita un día y otro su honestidad, pero a la luz de los datos que observamos, no sé si les habrás regalado trajes o terrenos, pero han realizado una gestión "nefasta", y cuando esto sucede, lo honrado es "pedir perdón" y retirarse a un segundo plano dando paso a otras personas que puedan hacerlo mejor.

Si revisamos en cada una de las Comunidades Autónomas nos llevará a pensar que, no es de extrañar, la preocupación que existe en este país por los políticos. Es para preocuparse.

Escuchar a cualquiera de ellos es una de las actividades más soporíferas que se puede hacer:

- Repetición sistemática de lemas.
- Inclusión de adjetivos que no aportan nada, pero dilatan el discurso.
- Autojustificación sin argumentos.
- Crítica sin argumento.

Escucharles me recuerda a aquellos "charlatanes", estos últimos mucho más profesionales, que para vender un bolígrafo eran capaces de estar media hora contando los beneficios. Los charlatanes nos vendían sus productos y daban de comer a sus hijos; los políticos ¿qué nos venden? Yo no lo tengo claro. Rajoy tampoco cuando no reconocía su letra... o era la letra de un asesor. A veces nos equivocamos entre no tener ideas propias y no saber leer los textos escritos por otros.

La situación real es sencilla: ¿a qué político le dejaría las cuentas de su casa para que las gestione?, ¿se fiaría de alguno de ellos? Yo lo tengo claro, sin ser economista, estoy seguro que lo puedo hacer mejor que cualquiera de ellos... A menos que me saquen de las plazas de "turista" en los viajes, pues algunos se creen con más nivel intelectual, aunque del nivel moral tienen poco que enseñarnos... pero eso da para otro Post.

A todos los partidos les pediría un poco de coherencia, una semana de higiene mental, una semana en la que cada partido sólo pudiera hablar de los suyos sin criticar a los demás, amiguito del alma. Es posible que algunos llegaran a anular ruedas de prensa, pues tienen poco, de escaso contenido, con aportaciones de poco interés... (esta parte de poner adjetivos la mejorarían mucho) que contar.